
Diez minutos antes de las once de la mañana en España, el Príncipe de Asturias, al volante de su coche y con su hija sentada en el asiento trasero del vehículo, llegaba a la puerta principal de la clínica Ruber
Internacional, donde el domingo por la tarde la Princesa de Asturias dio a luz a su segunda hija.
Felipe estacionó el coche en la puerta principal, bajó y abrió la puerta trasera del vehículo para recoger en brazos a la pequeña Leonor, que llevaba un vestido de flores en tonos azules a juego con una rebeca y una diadema que sostenía su melena rubia. Padre e hija saludaron a los numerosos periodistas que hacen guardia ante la clínica, antes de entrar en el centro hospitalario para visitar a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía.


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